Proyectos tecnológicos fallidos y marisco gallego (Relato corto)

Habíamos quedado a las 14:00 horas en la sede central de la empresa con el Director Financiero y el Consejero Delegado y mientras nos saludábamos, aparecieron sus secretarias y tres consejeros. A los dos minutos, todo el departamento de informática y el departamento jurídico al completo. Cuando pensábamos que ya estábamos todos, vimos como se acercaba muy despacio un señor de unos 80 años al que todos identificaron como el Presidente y fundador de la compañía, el Sr. García.

Al llegar, el Sr. García, que sigue liderando de forma honorífica la compañía a sus 86 años, nos dijo lo importante que había sido la firmeza de la sentencia para ellos. Por eso había convocado a la comida a las 16 personas afectadas directamente por el proyecto fallido.

La mesa estaba montada como si fuese una comida de Navidad. Inmediatamente nos sirvieron cava y brindamos por el éxito de la sentencia. Entonces empezaron las intervenciones.

El Consejero Delegado, hijo mayor del Presidente, dijo que la inversión realizada en el desarrollo del ERP y la duración de un proyecto tecnológico de tanta importancia había llegado a amenazar la continuidad de la compañía. “Cuando recibí los pagarés con la cantidad establecida en la sentencia fue como el fin de una larga pesadilla”. La secretaria del Director Financiero dijo:  “A mi este proyecto informático me afectó la salud. Me desesperaba ver la lentitud del sistema. El proceso de facturación duraba días. Por la noche soñaba que no podíamos atender los pedidos y perdíamos a los clientes.” “Además, nuestro negocio es el pescado y el marisco fresco que transportamos desde Galicia a toda España, y un ERP defectuoso puede provocar enseguida la pérdida de un producto tan efímero”.

Entonces llegaron las ostras. El hijo menor del Presidente era el experto. Nos explicó que se trataba de unas ostras muy apreciadas, que reservaban para grandes ocasiones. Nos pidió que diésemos la vuelta a la concha. El número de capas indicaba la edad de la ostra. Estas tenían siete años. Y había doce por persona. “Queremos mostrar nuestro agradecimiento en forma de comida. Dudo que volváis a comer un marisco tan fresco y de tanta calidad como el hoy” dijo el Sr. García, que se expresaba con una lucidez y un sentido del humor envidiables. No exageraba, cada ostra era como una bocanada de aire marino y un sorbo del Atlántico en nuestra boca.

Al acabar las ostras, sirvieron unas bandejas con los percebes más grandes y sabrosos que he visto en mi vida. “La tecnología no ha llegado todavía a la recolección del percebe. Los que lo cogen bajan a las rocas con unas cuerdas durante la marea baja. Los de arriba cuentan las olas y avisan cuando llega la ola grande. A veces no da tiempo a escapar. Por eso los percebes son tan caros”, dijo el hijo menor.

Cuando llegaron las almejas, el clima de confianza era tal que el Sr. García, entre chiste y chiste, fue contando la historia de la compañía. Desde que le llamaban “el rápido” cuando era estibador en los muelles del puerto de Barcelona hasta ser una de las primeras empresas españolas en utilizar barcos frigoríficos. Su hijo mayor le interrumpía sólo para aclarar algún error en las fechas, pero lo hacía con sumo respeto y después lo abrazaba y le cogía la mano. El hijo menor aprovechaba entonces para explicar algún detalle sobre lo que estábamos comiendo. “Esto son almejas babosas gallegas. Se diferencian de las del Carril en que las del Carril duran mucho más fuera del mar, te da tiempo a transportarlas lejos de la costa y a servirlas vivas. La almeja babosa, por el contrario, no aguanta, y hay que comerla cocida el mismo día en que se pesca.” Por eso el tiempo era crucial en su negocio, y el diseño del ERP no contemplaba las necesidades del negocio. El proveedor no había dedicado tiempo suficiente para conocer las prioridades de la empresa.

Los centollos iban rodeados de nécoras. Tal vez por la asociación de ideas que produjo verlos juntos, el Director Financiero comentó que lo que más le había impresionado de la preparación del juicio fue el trabajo codo con codo, de todo un equipo cohesionado. La fase de preparación de los testigos, el análisis de los informes periciales. “Era un asunto muy complejo y trabajar juntos nos permitió hacerlo sencillo”. “Juan, apura el carro del centollo”, dijo el Sr. García.

“Estas angulas son de Aguinaga. En esta época están muy tiernas. Su sabor tiene unos matices que exigen un tenedor de madera para no alterarlos y poderlos apreciar plenamente”, comentó el hijo menor. El Director Financiero siguió hablando: “Imagínate tener que demostrar quién es el responsable del fracaso de un proyecto informático tan complejo como éste. ¿Cómo puedes dedicarte al comercio mayorista de pescado fresco y marisco de primera calidad si tu sistema informático no te permite controlar de forma fiable las fechas de entrada y salida, ni el origen y el destino de cada partida?”. “Todavía recuerdo el latinajo: aliud pro alio. Nuestro proveedor informático nos entregó algo totalmente diferente a lo que habíamos pedido”.

Las bandejas siguieron llegando y continuaron las intervenciones en clave de humor del Sr. García. En la mesa había tres generaciones que representaban tres formas distintas de ver la empresa. Para nosotros era un ir y venir en el tiempo. El Sr. García nos llevaba a los años cincuenta, a las neveras de hielo y a las cajas de madera. Sus hijos nos traían a la actualidad, y nos hablaban de geolocalización de flotas, de optimización de rutas y de tracking a través de Internet. Fue una comida muy entrañable, que empezó con un apretón de manos y acabó con un abrazo. No creo que olvide nunca el clima de confianza y hermandad que se generó aquel día.

 A las siete de la tarde, después de cinco horas de comida, y no sé cuantos platos, el Sr. García, con la frescura de sus 86 años, se puso un poco más de sacarina en el café. “Me gusta el café dulce, pero los médicos me recomiendan que me porte bien”. Su hijo mayor comentó que cada sábado a las 10 de la mañana el Sr. García se juntaba con cuatro amigos de su edad y se zampaban un desayuno de cinco platos. “¿Mañana harás lo mismo, papá?”. “¿Tú que crees?” respondió el Sr. García.

Responsabilidad penal de un Director de IT o de Seguridad Informática

La reforma del Código Penal no ha afectado al régimen de responsabilidad penal de las personas físicas que existía antes del 23 de diciembre de 2010 (con excepción de la desaparición de la responsabilidad solidaria y directa de la persona jurídica respecto a las multas impuestas a las personas físicas de su organización).

Ello significa que un Director de IT o de Seguridad Informática sólo será responsable a título personal cuando sea autor del delito, es decir, cuando haya realizado el hecho por sí solo, conjuntamente o por medio de otro del que se haya servido como instrumento. Así lo establece el artículo 28 del Código Penal.

También son considerados autores los que inducen a directamente a otra persona o personas a ejecutar el hecho delictivo y los que cooperan en su ejecución con un acto sin el cual no se habría efectuado.

Como vemos, en todos estos casos el Código Penal exige una implicación directa y dolosa del directivo en la ejecución de los actos. Esta implicación puede consistir en la participación directa en el acto delictivo o en la emisión de órdenes e instrucciones que lleven a los subordinados a cometer el delito.

Los delitos tecnológicos no admiten otra forma de comisión que la dolosa. Es decir, no pueden cometerse por imprudencia. Exigen una conducta activa e intencional del sujeto, una voluntad deliberada de cometer el delito.

La jurisprudencia ha desarrollado el concepto de responsabilidad penal por omisión, en la que puede incurrir un directivo respecto a conductas delictivas ejecutadas por quienes ocupan en la organización empresarial puestos subordinados. Para que se dé esta figura, el directivo debe tener conocimiento de los hechos y poder de disposición sobre los mismos, omitiendo el ejercicio de las facultades propias de su cargo para impedir el delito.

Para ello, es necesario que el directivo disponga de datos suficientes para saber que la conducta de sus subordinados, ejecutada en el ámbito de sus funciones y en el marco de su poder de dirección, crea un riesgo penal, y es necesario también que el directivo no ejerza las facultades de control que le corresponden sobre el subordinado y su actividad, o no actúe para impedir el acto delictivo.

Esta tolerancia dolosa, que situaría al directivo en la esfera de la autoría, es independiente del rango del directivo, ya que existirá responsabilidad penal por omisión siempre que el directivo tenga una posición de garante, es decir una obligación de supervisión y control sobre los actos de sus subordinados.

Por ello, para que los directivos de un Departamento de IT o de un Departamento de Seguridad Informática puedan ser declarados responsables penales de un delito cometido por uno de sus subordinados, el nivel de implicación del directivo en los hechos debe ser alto, a través de la autoría directa o del conocimiento y la tolerancia dolosa de los actos de sus subordinados.

La deliberada falta de control sobre riesgos con un nivel de probabilidad medio o alto podría ser asimilada a tolerancia dolosa, aunque será necesario analizar las circunstancias de cada caso.

 

Desayuno de trabajo sobre control empresarial del e-mail

El próximo jueves, 17 de enero, tendrá lugar en el hotel Miguel Ángel de Madrid un desayuno de trabajo sobre el control empresarial del e-mail, el ordenador y el acceso a Internet de los trabajadores. La asistencia es gratuita. La inscripción puede realizarse en el teléfono 915684585 o enviando un mensaje a pwc.comunicacion@es.pwc.com.

Acceso al programa (PDF)

En la edición de Barcelona, en la que hubo una representación de unas 100 empresas, se hizo un sondeo en el que se manifestaron las siguientes tendencias:

MODELO DE USO DE LOS SISTEMAS INFORMÁTICOS

1. Prohibición total de uso personal: 0%
2. Autorización uso personal sin restricciones / uso moderado: 3%
3. Autorización uso personal con restricciones: 70%
4. NS/NC: 27%

COMUNICACIÓN DE LAS NORMAS DE USO

1. Sólo comunicación: 10%
2. Comunicación y aceptación expresa del trabajador: 90%

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN ANTE LA AUSENCIA, BAJA VOLUNTARIA O DESPIDO DE UN TRABAJADOR

1. Cancelación inmediata de la cuenta: 10%
2. Información datos de contacto del sustituto: 8%
3. Autorización para acceder a la cuenta: 2%
4. Combinación de las anteriores: 25%
5. No tiene protocolo o NC: 55%

Seis nuevas cualificaciones profesionales informáticas

El BOE de hoy publica una actualización del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales por la que se crean seis nuevas cualificaciones profesionales (PDF) relativas a informática y comunicaciones. Entre las finalidades de este catálogo destacan las siguientes: integrar y uniformar las distintas cualificaciones profesionales de cada sector y adecuar la formación profesional con el mercado laboral.