La Comisión reveló ayer sus propuestas para definir una estrategia europea sobre RFID con el fin de dar respuesta a las preocupaciones de los ciudadanos sobre la protección de la intimidad en un mercado que crece a un ritmo del 60% en todo el mundo. Entre las propuestas de la Comisión, destacan las siguientes:
1. Creación de un grupo de trabajo sobre etiquetas inteligentes, que asesore a la Comisión en la definición de la estrategia y colabore con el grupo de trabajo sobre protección de datos del artículo 29.
2. Propuesta de enmiendas a la Directiva sobre protección de la intimidad en las telecomunicaciones de forma que se tengan en cuenta las aplicaciones de las etiquetas inteligentes.
3. Publicación a finales de 2007 de una recomendación a los Estados miembros y a las partes interesadas sobre cómo abordar la seguridad de los datos y la protección de la intimidad en el uso de las etiquetas inteligentes.
4. Análisis de los efectos económicos y sociales de las etiquetas inteligentes, centrándose sobre todo en la intimidad y la confianza de los consumidores.
5. Acciones de investigación a desarrollar para garantizar que las etiquetas inteligentes sean tan seguras, fáciles de utilizar, eficaces y respetuosas con la intimidad como sea posible.