La posición exacta de Paris Hilton en Google Maps

Leo un interesante artículo de Tino Fernández en Expansión en el que afirma que, entre los modelos de negocio surgidos alrededor de la prensa rosa, se han consolidado novedades como Gawker Stalker, un recurso con 40.000 usuarios diarios (muchos de ellos cultos y de clase alta, según el autor) que utiliza Google Maps para identificar la posición de los famosos, describiendo situaciones, acompañantes y sacando numerosas conclusiones. Ya sé que la popularidad es un activo que pone la intimidad en el pasivo, pero resulta al menos sorprendente que alguien pueda llegar a determinadas conclusiones por el hecho de que los iconos de dos famosos estén peligrosamente cerca en Google Maps. Se trata de un seguimiento tecnológico implacable, basado en la información de fuentes que pueden llegar a falsearla, y que puede ser explotado por muchos usuarios para una amplia variedad de finalidades. Se demuestra una vez más que el verdadero lujo es ser un perfecto desconocido.