Geolocalización y despidos

En el blog de Enrique Dans he leído una noticia publicada en Boing Boing sobre el primer despido de un trabajador  controlado a través de un móvil con GPS. La verdad es que no veo ninguna novedad en la noticia.
En España hubo una campaña comercial hace años por parte de la
operadoras para ofrecer los servicios de geolocalización de flotas:
instaladores, transportistas, repartidores, taxis, ambulancias, etc.

Además de atender a las peculiaridades de este contrato, hubo que
informar a los trabajadores de que la empresa conocería su posición en
cualquier momento de la jornada laboral.

Desgraciadamente, la nueva información obtenida permitió detectar
algunos casos de abuso de confianza, lo cual originó la resolución
pactada del contrato laboral en unos casos, y el despido en otros.

Antes de la geolocalización por GSM o GPS, se habían producido casos
de despido por mala fe contractual reiterada, utilizando como prueba el
registro del Teletac, ViaT o tarjeta de autopista. Recuerdo el caso de
un instalador que cargaba cada día ocho horas de trabajo en una
instalación de Girona capital. Los peajes demostraron que en realidad
pasaba cinco horas en la instalación y tres en la playa de Lloret de
Mar.

En Barcelona he oído un chiste malo en materia de geolocalización.
Si estás prestando un servicio en la empresa Aguas de Barcelona y
decides ir a navegar un poco, nadie puede decir que no sigues en aguas
de Barcelona. 🙂

1 comentario en “Geolocalización y despidos

  1. Recientemente hablé con una persona responsable de una fundación que intentó sin éxito poner en marcha un sistema de geolocalización para enfermos de Alzheimer por toda la problemática relacionada con el derecho a la intimidad de los pacientes que no han sido declarados incapaces.

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